lunes, 31 de octubre de 2011

SANTA POLA, SANTA POLA




SANTA POLA, SANTA POLA
descanso del caminante,
cuando viene a visitarte
y se refresca en tu mar.


Son tus salinas preciosas,
dormitan bajo la niebla,
sus colores rosa y malva
nacerán al despertar.


Sois morada de unas aves,
que llegan desde muy lejos
a tus aguas, como espejos,
y aquí es fecundo su amor.


                                          SANTA POLA, SANTA POLA,
siento una profunda calma
ya la mañana levanta
y nos muestra tu color.

 
Santa Pola 29/10/11

 
Mª Jesús Ortega Torres

 

jueves, 6 de octubre de 2011

IDA Y VUELTA (Continuación)



    En la puerta principal de la, muy funcional, estación de Albacete, me esperaban mis dos amigas de la Residencia de Madrid. Una amistad que dura casi treinta años.          Después de un breve cambio de impresiones, vamos a casa a dejar mi equipaje y la anfitriona, nos hacer pagar diez céntimos de euro por el regalo de un tenedor y un cuchillo típico de Albacete que nos tenía preparados a cada una de nosotras, sus invitadas, si no se paga, - aunque sea de modo simbólico-, se dice que se "cortan" las amistades. Después nos vamos a ¡VIVIR LA FIESTA!
   La feria se presenta muy bulliciosa. Hay muchas gentes venidas de provincias, mucho adolescente, y también mucho albaceteño que hace de la feria su fiesta local y pasea con toda la familia.
   Hay muchas casetas dedicadas a servir bocadillos, ensaladas, refrescos, vinos y quesos de la tierra manchega…, se hace pronto de noche y todo el mundo come. Todo el mundo comemos. Parece que ver comer a los demás estimula el apetito.
   Esta feria que, ahora, es una muestra de la artesanía regional y nacional, antaño fue muy importante por la compra-venta de ganado.
   Ahora nos presenta diversas variedades de su artesanía más peculiar, las celebres navajas y cuchillos, con el sello acreditativo de ser de la región, algunos de ellos. También hay muestras de marquetería policromada, en objetos pequeños y grandes, de escritorio, llaveros, puntos de lectura, estuches y pequeñas cajas-joyero.
   Hay mucha artesanía en plata, cobre y otros metales. Abanicos pintados por la vendedora, y también proliferan lugares destinados a baratillos o chinos, pero que están atendidos por personas de nuestra raza.
   Es la segunda semana de feria y no se puede dar un paso. Ya en casa, en la T.V. están haciendo un programa que hace referencia al famoso rastro de Madrid y pasamos un rato recordando personas y cosas que hemos vivido en común.
   Por la mañana, al día siguiente, volvemos a la feria y descubrimos el museo de la navaja, con la exposición de los premiados este año. Hay verdaderas maravillas de cuchillos y navajas, sables y espadas, hechos artesanalmente con piedras semipreciosas y de formas poco prácticas para el uso cotidiano pero sí para una exposición. Son muy valiosos e ingeniosos.
   La tarde y el siguiente día, los dedicamos por completo a visitar las diferentes exposiciones de pintura (Vicente Barreda, Ramón Ortiz…), que nos muestran lo mejor de ellos mismos, reflejado en sus magníficos cuadros. Vemos, organizado por “páginas amarillas” “El tiempo amarillo”—una recopilación de artes y oficios en España, desde hace cuarenta años--.
   Visitamos la catedral (comenzada en el s. XVI y terminada en el s. XX), cuya Virgen de Los Llanos, patrona de Albacete, muy venerada por los albaceteños, me recuerda a la Virgen del Pilar. Es muy peculiar el techo de la catedral azul y blanco de una sencillez exquisita.
   Fuimos a cenar a un lugar con “timo” incluido, y callamos, aunque aquello era para gritar… Cuando hay una celebración, casi siempre, se abusa.
   Esta tarde es la vuelta, y de nuevo el tren hace, en el espacio, un punto fijo en la ida y en la vuelta.
  Siempre pensé en un destino muy largo, pero el tiempo es un suspiro y las distancias se acortan.
Albacete 15/09/11
Mª Jesús Ortega Torres