Como las olas del mar, van y vienen las pasiones,
unas veces están cerca, y otras lejos las encuentras.
Siempre darías tu vida; darías tu corazón...
Enamorarse se llama y de noche o de mañana, en nubes imaginarias,
alborotas, sueñas, flotas, y con el alma muy rota,
te buscas y nunca aciertas... Y sientes muchas tormentas, tempestades,
luchas vanas, que tu espacio y tiempo aclaman.
Luego, se te van las penas, cuando encuentras su contento.
Enamorarse es sentir, y también es vibrar.
Enamorarse es sufrir y también es gozar...
Ese algo que te quema, que te hiela, que te enferma...
Que te sana, que te llama, que tu corazón alienta,
y teniéndolo a tu lado, él, encuentra la respuesta.
Como las olas del mar, van y vienen las pasiones.
Torrevieja 22/01/12
Mª Jesús Ortega Torres