sábado, 9 de marzo de 2013

LABERINTO








LABERINTO

Quisiera, ¡oh Teseo!, ayudarte, como Ariadna, a salir del laberinto,
mas, Teseo, yo me siento laberinto, no me siento Ariadna…
 Solo a veces, soy una Ariadna. Otras, las más, laberinto,
(como todos…)
y a nadie puedo guiar yo, ¡qué más quisiera!, yo pienso,
y todo se va en lamentos, sin ninguna solución.

Te veo sufrir; yo también sufro. Te oigo gemir… Yo lloro mucho.
Solo sé, que yo te quiero, ¿me quieres tú...?
No me he mirado en tus ojos, no sé cuál es su color,
 si azules como los cielos, si gris, como el mar de invierno,
si, como la yerba, verdes, o si son…, color de miel.

Tu voz me suena lejana, no me nombras, no me llamas,
tan solo te llamo yo…, ¿no escuchas tú mis lamentos?,
¿no sientes cerca mi voz?. Con la túnica de Ariadna,
he atravesado el tiempo, que es fantasía, y mis sueños
en ti, deposito yo.

Alicante 4/03/2013
María Jesús Ortega Torres