sábado, 17 de febrero de 2018

TRES VIAJES





TRES VIAJES:

            Silba, silba… Silba el tren por el caminito llano. / Veo castillos y paisajes de montañas y de campos. / Silba, silba…, que ya llegas al destino requerido, / unos bajarán aquí, otros: seguimos camino. / Porque la tierra es redonda ¡Da para mucho este sitio! /
            Bailan gnomos en el bosque, las hadas vuelan al cielo, / y, con su varita mágica, tocan todo y lo hacen bueno… / Madreselvas y otras flores como una alfombra en el suelo. / Los pájaros con su piar, forjan su entretenimiento, / y yo, escucho sus rumores, mientras tanto: ¡Me paseo…! / Pues vamos poquito a poco y atravesamos el tiempo. /
           
            Bosques, prados y trigales…, también a la luna he visto, / pues no ha salido aún el sol y voy en este tren / en busca de un camino, en busca de un destino. /¿En busca de un amor...?/
            Quijote soy de aventuras, sueños, y fantasías, / que también las hay de amar… La luna me sonríe y también sonrío yo, / porque el viaje que he emprendido, es un viaje de ilusión… / Pasión con ilusiones. Ilusión con mi pasión. / Marcha, marcha. Silba, silba… No te detengas, no. / ¡No te detengas,  nooooo…! /
            El paisaje es de cuento: Enanos pinos, rosadas nubes, / casitas de caramelo sin bruja ni ogro dentro. / Solo hadas, príncipes, princesas, reyes, reinas y paz quiero encontrar. / Están ahí, escondidos, y yo los quisiera hallar. /
            Todo en la vida es poesía y tan solo hay que encontrarla, / pues muchas veces se esconde, o no vemos donde está. / Si hallamos la inspiración, / con diligencia anotamos lo que ella sugirió. / Lo escribimos y contamos, vamos haciendo camino… / Y seguimos en las vías sin estridencias, sin ruidos. /
            Ahora entran unos niños, / y nuestra paz terminó. Ellos también tienen  alas, y, / como el “Ave”,- atravesando valles, traspasando montañas-, /  y captando en sus mentes los bellos paisajes / y con sinceras y espontáneas palabras, / conservan la ternura, conservan la ilusión, / hacia un nuevo lugar que les recibe y espera. / Gritan mucho, ríen más, alborotan, nos alegran, / ninguno porta disfraz. Son así, tiernos, auténticos, / la merienda tomarán y entre juegos y alegrías, el viaje terminará. / Tarde alegre. De contento para todos, / de inolvidable recuerdo y de emotivo final. / El camino no se acaba, ni al principio ni ahora mismo / pero a todos  entusiasma, si se llega a terminar… /
           
            Día nuevo: Nueva opción...  / Veo a dos adolescentes,  / que pelean por pulsar  el botón del ascensor…/ La mayor tiene ya un novio / ganó el pulso a la menor. Y río, río contenta, / ¡en el mundo aún hay inocencia…! / Y sigo, sigo pensando yo, qué hacer para que no se pierda…/
¡Que no se pierdaaaaaa…!
            De la capital me traje, el encanto de Cézanne, / la imagen de su montaña…, Sainte -  Victoire. Una imagen sin igual. /

            Y estoy emprendiendo otro viaje sin maleta: / Con mi alma…Bastan unas zapatillas y subir a esa montaña. / Y arriba tocar el cielo, porque abajo no lo encuentro/ dormir bajo las estrellas y que me despierte el sol, / con fulgores y calor que en las cumbres llega antes/ y no te los quita nadie.

“Corre, corre borriquito…”,

 ¡No es borriquito…!  / Es el tren, que nos conduce, transporta, y solo se mueve él… / Corre, corre trenecito…, tengo prisa por llegar. / Si no corres yo me duermo, y quisiera estar despierta, / para ver esos caminos, pueblos, montañas y valles, / que encuentro sin esperarlos… ¡sorpresas que tú me das! Para, para… ¿A quién esperas?/ ¡Ay, que  llegaremos tarde…! No te demores y atiende: Tú marcha siempre “pa alante”. / Y ahora, empiezas a andar lento, / dentro de nada, caminarás  más deprisa… /  ¡Correrás. Tú correrás…!

¿Y, encontrarás la fuente? /

“Aquella eterna fuente está escondida
que bien sé yo do tiene su manida
aunque es de noche”

Leo…, leo versos de San Juan de la Cruz. / Palabras bellas que nos elevan. Nos dignifican, también nos transportan. / Y yo voy en el tren; con esas palabras camino…: Encontrar la fuente… /
            Sigue. Anda…, ya volamos un poco. Camino de hierro que no se oxida, / aunque no pueda parar el tiempo. /
La mañana, la tarde, la madrugada, se suceden y pasan. / Los raíles del camino, nunca descansan. / Estoy subida a un tren. El tren me está a mí llevando…/ No me pierdo en el camino, el tren me está transportando. /
            El arco iris, salió; yo lo vi por la mañana, / toda la noche lloviendo y ahora, al fin, llegó la calma. El paisaje iluminado; / olor a tierra mojada; los paraguas al armario: ¡Luce el sol…, azul la trama! /
Unos charcos y unos niños se divierten…, cosa sana y natural a la vez. Si se distraen, se calman. / Los mayores, presurosos, a sus trabajos, que aguardan. / 

            Y…, rueda el tiempo. Es un aro. De dar vueltas, no se cansa, y, con él rodamos todos, / hasta que un día, ese tiempo, / ese aro, cesa y todo lo andado, para. / Para y cesa nuestro tiempo, porque / se acabó y se acaba el plazo que se nos dio, / y seguirá para otros, hasta que lo mismo ocurre, hasta que lo mismo pase, / porque nuestro tiempo manda. /

            Todo el viaje voy de espaldas, / mirando lo que dejamos… ¡es natural!,/  y, asentada en el presente, / veo pasado que fue y futuro por venir, / que es el presente que avanza. ¡Con mi mano, voy a alcanzarlo…!/

            Un pantano natural y unas canteras, / hay al borde del camino. En el suelo la hojarasca. / Montañas escalonadas que llegan… / ¡Tocan el cielo en esta mañana clara! / Un pueblecito, apaisado, aparece allá… En lo alto. / Casitas todas iguales,  un bosque lo ha rodeado. / Adivino que un jardín, adornará sus moradas, / y que con flores doradas, rojas, naranjas y malvas/ y perfumando el ambiente, al pueblo han de engalanar. /
            Energía eólica encontramos… Llena campos y montañas / y da vueltas sin parar. / Es mágica su energía. Energía de la tierra. Energía natural… /
            Lo hemos recorrido todo. Bueno, bueno…, /casi todo y para hoy, hay un final. / Descubrimos…: Una luna, nubes rosas y una fuente; / un pantano, unas canteras. Ingenuas adolescentes, / trigales y borriquito
 …Niños, campiñas, riberas, / príncipes, princesas, reyes, reinas, hadas con varitas mágicas, también gnomos; /  el sol, pueblos en montañas…/ Flores más imaginación, por sentir en mí, esos perfumes, con solo ver su color.  / Todo desde una ventana: Ventana de la ilusión. La ventana de mi tren  / que, con el aro del tiempo y la energía de los sueños, se mueve y gira a la vez.

Ilustración: Una obra de Cézanne con uno de sus paisajes preferidos: "La montaña Sainte-Victoire", fotografiada por mi en MADRID en la Exposición del Museo Thyssen el día 11/04/2014.
                            
             SANTURDE DE RIOJA 16/05/2014 >>> ALICANTE 17/09/2017

Mª Jesús Ortega Torres


sábado, 3 de febrero de 2018

Con los ojos cerrados



El silencio tiene la belleza de la espera.
La ilusión  de lo que va a venir y que anhelamos.
Nos alerta
Nos prepara
Nos intimida
          y
 conmueve
Aunque nos duerma…
¡También nos despierta!
Nos pasea por los mares
y también por las estrellas.

…Y, con los ojos cerrados vemos todo el UNIVERSO y esa mano que allí espera.
Que te pide
Que te ofrece
Que te da su vida entera.




ALICANTE 1/02/2018

Mª Jesús Ortega Torres

(Ilustración: Fotografía de mi  colección personal, de la playa de "Los locos" en TORREVIEJA (Alicante)