SOLEDAD
(Hojas
de ensayo)
“Las
estirpes condenadas a cien años
de
soledad no tenían una segunda
oportunidad
sobre la tierra”
“Cien
años de soledad”
Gabriel
García Márquez
Al
sentirse solo-sola de modo individual, se le llama “soledad”. Cuando esto
sucede, no nos encontramos bien, siendo pocas las personas que se sienten bien,
cuando están solas. A estas personas que se sienten bien cuando están solas, se
las califica como “raras”, ya que el ser humano es sociable por naturaleza, y
lo “normal”, sería que se sintiera bien entre su familia y entre sus amigos y
entorno… Sin embargo, una cosa es “estar solo” y otra “sentirse solo”. No es
cuestión de matices: en los dos casos, es un estado que nos va a marcar, por
nuestra personalidad, por nuestro ánimo o actitud…, por nuestra voluntad.
Si se elige estar solo-sola, porque no te
sientes así, porque no te sientes incómod@, ni mal, sino, antes al contrario,
te encuentras a gusto disfrutando de tus silencios, de tu paz…, el que los demás encuentren en ello una rareza, no
te debe importar, pues, condición humana, es, generalmente reprobar la actitud
de los demás, y quedarnos tan tranquilos. Es posible que estas personas a
las que les gusta estar solas y no
sienten la soledad, disfruten mucho más de la compañía de los demás, cuando se
presente el caso, en reuniones, fiestas, tertulias etc. etc., porque el no
sentirse solo, aunque no se tenga a nadie alrededor, lo da, sobre todo, el
conectar consigo mism@, y si se conecta bien, es más fácil estar bien con los
demás. Este mundo es muy diverso, y hay muchas circunstancias atenuantes, que
impiden las conexiones o lazos que nos permitan relacionarnos, y que con solo
nuestra voluntad, lo podamos realizar…, porque “los otros”, forman la otra
parte de la comunicación, y no siempre estamos de acuerdo con ellos, con los
que nos han tocado en nuestro entorno, familiar o social…
Actualmente,
la forma de relacionarnos, es muy distinta a la que se tenía no hace muchos
años, antes de instaurarse el uso de los ordenadores y es ahora, con su
uso, un hábito adquirido pertenecer a
unas redes sociales, que según estadísticas vertidas por sociólogos, aumentan
las depresiones, las envidias y los complejos de inferioridad, si en tu
participación, tienes menos éxito, que familiares, amig@s y conocid@s, ya que
eso se puede comprobar fácilmente. Se apunta, también, en el mismo artículo “Un
mundo de cuñados” de Javier Calvo, (Revista de verano “S Moda” de ”El País”), que
cuanto más activos seamos en estas redes sociales, menos depresión y envidia se
sentirá (entiéndase entre quienes participan en ellas).
Si
solo se tiene esta forma de relacionarnos, que hay que reconocer, puede ser muy
enriquecedora y también puede constituir un “escaparate” de tus actitudes, tu
empresa o lo que queramos…, pero, además
de crear una mayor o menor dependencia, según sean esas personas, no es
suficiente para la amistad, porque el ordenador te aísla y puede ser engañoso,
ya que no puedes apreciar de un modo real a tus interlocutor@s, que siempre te
van a mostrar su lado bueno, e inclusive, y con frecuencia, una imagen física mejorada
o distinta de su persona.
Para
much@s, la soledad, con su silencio, es muy necesaria, porque los demás les
distraen de su vida interior, de sus reflexiones, más o menos trascendentes,
pero suyas y que necesitan hacer por ellos, para ellos e irradiarlas a quienes quieran o aprecien. Cuando este recogimiento
se hace con mucha frecuencia, se suele decir que la persona es introvertida. A
veces se llega a esa introversión por una simple reflexión, que puede parecer
poco lógica, pero que la experiencia de cada cual va a determinar, y se dice,
simplemente: “Estoy sol@, porque a mis años…, no permito que nadie me aguante,
pero yo, no tengo porqué aguantar a los demás”. Se puede pensar que es poco lógica
esta determinación, si admitimos que somos seres sociables y necesitados unos
de otros, pero pasa y pasará por nuestra condición dual.
A
veces se te echa tanta tierra, que temes, que la próxima vez, te dejen cieg@…
Ésta sería una soledad por hastío y temor, algo distante del pensamiento de
GHANDI que nos dice: “Únicamente conoce el encanto de la soledad quien la ha
elegido libremente”. Estar sol@ por el hastío de los demás o hacia los demás,
debe ser muy triste.
Si por el contrario, se comunica y manifiesta
pensamientos, sentimientos, opiniones…, necesitando, poco del aislamiento y,
mucho, estar con los demás, hemos dado con una persona extrovertida, que nos
puede resultar, simpática, envolvente y capaz de invadir cualquier espacio. Suelen ser
algo volubles y no tienen, casi nunca,
un amig@ de verdad, porque lo son
“tod@s”, y les es imposible o al menos muy difícil, elegir a uno sin traicionarle
con los que también son “sus muy amig@s”.
Creo
que la soledad no se suele forjar sola, tiene con sus sinónimos y la
personalidad de quien la sienta o padezca, su razón de ser y sus efectos más o
menos nocivos, para quienes toque con sus largos dedos…, que no serían rosados,
como los de la aurora que cantó Homero, sino, más bien grises o negros, según
la intensidad del “roce”.
En
varios diccionarios, a mi alcance, he buscado los sinónimos de soledad y en
todos ellos he encontrado las mismas respuestas: Aislamiento, abandono, retiro,
incomunicación, separación, desamparo, encierro, clausura, destierro…
También
sus consecuencias vienen dadas como sinónimos: Melancolía, nostalgia, añoranza,
tristeza…
Yo
he empezado estas breves “hojas de ensayo”, con una cita del libro de Gabriel
García Márquez “Cien años de soledad”. Son las últimas palabras de este libro,
que no quiero dejar de repetir, porque me parecen concluyentes y que me hacen
añadir, como sinónimo de soledad, la palabra y sentimiento: “olvido”.
García
Márquez pone fin a su novela diciéndonos:
“Las estirpes condenadas a
cien años de soledad
no tenían una segunda
oportunidad sobre la tierra”
Pienso
que cien años son pocos, comparados con los cuatro mil quinientos setenta
millones de años del origen de la tierra, y los cuatro millones de años en que
un hombre se puso de pié sobre la tierra, pero supera la media de vida, en nuestro
globo de un hombre, y los hombres son los forjadores de estirpes, que pueden
seguir existiendo o terminar. Al querer releer esta novela, en el momento en
que estoy meditando sobre la soledad, me doy cuenta de tanto olvido de los
otros, irremediable de paliar e inalcanzable para nuestras manos, pero no para
nuestro corazón, porque si conocemos la ignorancia por los personajes que ha
regurgitado García Márquez, también la
pobreza, el engaño, la superstición, la traición, y comparamos estos
personajes, con la actualidad, que por otra parte no es tan lejana a ellos,
vemos que siguen existiendo porque conviene a unos pocos que lo quieren dominar
todo, y que esos pocos han existido siempre y por desgracia, seguirán
existiendo.
Creo
que la soledad es de los olvidados, porque no conviene que se sepa que existen,
que existimos…, porque todos quienes no tenemos “poder”, somos los olvidados
que aunque gocemos actualmente, de óptimas circunstancias, si no conseguimos
una mayor equidad y nos hacemos, todos, responsables de ella, seremos
olvidados, porque la tierra, a la que conocemos bien, sigue dando vueltas y
vueltas, y en una de ellas, nos tocará ese cambio y será porque no nos
implicamos y responsabilizamos, lo suficiente, quienes estamos “mejor” ahora,
en atender a los muy olvidados de hoy. Para asumir esta responsabilidad, hay
que tener mayor concienciación de la que tenemos, o hasta ahora practicamos y
que, con poca perspectiva de futuro, nos han inculcado, porque la tierra es de
todos…, y todos, tenemos derecho a una vida aceptable.
Seguimos, ahora, el camino que nos marcan
personas con apariencia de sabias, pero que no saben cómo cuidar lo esencial,
que solo se podría lograr, volcando, todos los esfuerzos posibles, a la
consecución de un mayor equilibrio y una mayor ayuda, que para muchos de
nosotros son segundas palabras importantes
después de la mágica palabra “amor”.
Referencias:
Cita de Gabriel García Márquez de su libro “Cien
años de soledad”
“Un mundo de cuñados” de Javier Calvo en la Revista
“S Moda” del 23 de Agosto de 2014 (Diario “El País).
Diccionarios: Vox, Cúspide, Wikipedia.
Cita de Gandhi del calendario “El taco del Sagrado
Corazón”
Santurde de Rioja 5/09/2014
Mª Jesús Ortega Torres
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