En una mañana
La golondrina subió. Subió hasta mi ventana.
Rozó mi brazo y se marchó.
Voló en picado. El aire la ayudaba,
Yo la miraba, y la veía ir y venir.
En una mañana:
¡Me conquistó!
La golondrina, subió a mi ventana,
rozó mi brazo y se marchó.
Vino hacia mí muy deprisa. Me tocó y se alejó,
en una mañana... ¡Me conquistó!
Mas su mensaje, quedo, yo lo escuché y percibí:
“Yo soy una golondrina,
voy y vengo a nuestro mundo…
Soy la vida, que te roza y te quiere para sí.
Te cantaré en la ventana, si tú me quieres oír…
¡Párate! ¡...No pasa nada!
Mírame, mírame a mí, la golondrina.
No será tiempo perdido
…Será:
¡Invitarte a vivir!”
Ilustración tomada de Internet
TORREVIEJA 5/11/2012>>>ALICANTE
3/12/2017
María Jesús Ortega Torres
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