UNA HORA ANTES.
UNA
HORA DESPUÉS…
Apenas una hora para despedirme de 2019. Un cero a la izquierda no vale nada, pero con el “2”
delante de 019, pasamos a 2019 y está que se va, y no, no…, “de borina”,
porque ha procurado comer bien sus trescientos sesenta y cinco días y no tiene él, porqué llegar a su fin, con un cólico. Marcha contento y en T.V.E. le ponen
una Música de años pretéritos, pero con intérpretes nuevos y no con sus
creadores primigenios. La “hora antes” sigue escuchando esa Música cuyas letras
son tan evocadoras que emocionan y no solo por esto, también emocionan porque
sus autores, queridos, de otra época y muy conocidos, ya caminan desde hace
algunos años del brazo de las Estrellas
de los infinitos y atemporales firmamentos y aunque supieran ser muy bien,
nuestras admiradas y queridas estrellas en esta Tierra.
La Música nos hace recordar lo bueno de nosotros, puede que
también lo malo. La buena Música nos hace olvidar lo menos bueno, si es que lo
hubiere, porque nos evoca tanto que suele ser una aliada, astutamente,
selectiva.
A treinta y cinco minutos de las campanadas que nos
separan de 2020, un esbelto joven rubio, nos dice cantando que “nos
quiere”…
¡Que alegría tan
grande!
El ser humano, por muy progre que sea, nunca se acostumbrará
a las malas palabras ni a los desacatos. La falta de agradecimientos, algunas
veces viene dada por las prisas de la vida que no nos permite agradecer, tampoco a
pararnos para acompañar al caído o al menos, si no lo acompañamos, preguntarle
si necesita algo. Escuchar que se nos quiere “como la Tierra al Sol”, me hace
una gran ilusión, sobre todo porque no me siento “escarabajo pelotero” ni perdida
en un inmenso desierto de arena, en donde, el buen amante: Sol, me desharía en
un instante con sus fuertes y abrasadores rayos.
No olvidaremos nunca nuestra “varita
mágica” de Educación y Respeto, para espantar a las malas palabras y a los
hechos aún peores, que cambian tanto nuestro entorno, que lo hacen
irreconocible. Pasa en nuestras “redes sociales habituales”, y nos dan gana de
salir bramando…
…Risas, coches. Unos pocos peatones en el centro de mi
ciudad, pasan en grupos cantando. Pocos minutos para tomar, con poca parsimonia,
los doce granos de uvas del “Vinalopó”, que descansan confiados en el platillo
de acero brillante y suficiente, como una patena, para reflejarlos y tomarlos uno a uno.
En “La Puerta del Sol” de la capital de España, MADRID, el
bullicio es, como cada año, ¡Iiiimpresionanteeee! … En “La Plaza de Cataluña” de BARCELONA, es
igual de inmenso e intenso. En ALICANTE, en “La Plaza del Ayuntamiento” hay un
gentío que mira, como en todos los lugares y a esta misma hora, su propio reloj y el
de arriba, con la esperanza de superación, de lucha, de trabajo. Lo miramos
todos embelesados con la “esperanza de esperanza” y para que el tiempo, que se nos está avecinando, sea mejor que el
que dejaron atrás nuestros recién deglutidos granos de uva, que se han
conformado, sin rechistar, a formar parte de cada uno de nosotros.
Llegan
las llamadas de teléfono o los correos de INTERNET o las comunicaciones en los portales de sus
redes sociales. Llamamos a quienes queremos y nos llaman quienes nos quieren.
Volvemos a ser felices al escuchar sus deseos de felicidad y bonanza para este neonato año.
Añoro a GILA. Se reía con tanta gracia de sí mismo, que nos
hacía conformarnos con lo poco que somos cuando nos veíamos con su disimulada
elegancia, reflejados, e igualmente, sabíamos que le parodiábamos.
¡Así
es todo!
Poco a poco hemos escalado algo en nuestra sociedad para nuestro bien y en general. Nos
queda sufrir un poco más de sacrificio, y aunque nos quedemos sin uñas al
intentar no caernos, avanzar y avanzar nos hará progresar y mejorar.
Una hora después pasa rápida también, y ya ha pasado.
Todavía seguimos congelando tiempo y
espacio en recuerdos y celuloides. Así, esta hora podrá volver, sobrepuesta a
otro tiempo y espacio, cuando la evoquemos, dentro de la hora o tiempo en el
que lo hagamos, o tranquilamente retrocedamos el cliché de la película que la
quiso guardar. Ya ha pasado la hora después y es una realidad de TODOS y
para TODOS.
Cada día es una ALEGRÍA. Que no se convierta en tristeza es
nuestra responsabilidad.
¡FELIZ
2020!
ALICANTE 1/01/2020
Fotografía de la Plaza del Ayuntamiento
de ALICANTE tomada desde INTERNET, de
“El Periódic.com”
Mª Jesús Ortega Torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario