ÁRBOLES
Paseo por el campo, me paro y
los miro,
me acojo a su sombra. En mi
mano un Libro.
Los árboles lloran y no están
contentos
aunque les despierten cantos
de jilguero,
que en sus fuertes ramas,
anidan un día
y vuelvan y vuelvan, de nuevo,
a un hogar
que les acogió y transmitió
paz.
Los árboles lloran y no están
contentos.
Unas sierras cerca los tiene
despiertos.
Anula a jilgueros, a los
petirrojos,
al pinzón vulgar… Pués no
volverán,
porque lo que suena, la sierra
perversa,
pronto llegará y eliminará.
La palabra impresa pronto la
leeremos,
pronto se leerá.
El papel tenemos por su
esplendidez
y generosidad.
Sillones y mesas, camas
mecedoras,
madera de hogar.
También el oxígeno que nos proporcionan,
y su sombra al lugar.
La mano del hombre, ante su
impotencia
y benignidad, eliminará.
Los árboles lloran y no están
contentos,
aunque les despierten cantos
de jilgueros,
silvestres canarios y los
ruiseñores…,
que no cantarán,
al no habitar campos, después
de serrados
y no existan ya.
ALICANTE 08/01/2021
Fotografía de "PINO", tomada en SANTURDE de RIOJA (LA RIOJA)
María Jesús Ortega Torres
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