UNA GAVIOTA HAY VOLANDO, sus alas,
blancas y grises,
agitan la luz y el viento. En la barca un
pescador
con su caña y su silencio, las olas que van
y vienen,
son su único cortejo. Y hay un gran buque
atracado,
de sal llena la bodega, es extranjero y se irá,
cuando esté llena, a su tierra. Y las montañas de sal
estáticas permanecen, el sol las hace
brillar,
su blancura es transparente. La mañana es
silenciosa,
la radio me está informando…, y, en este
día de asueto,
me he levantado versando. A pasear me he de
ir,
que el viento a mí no me estorba, el sol
está de mi lado,
y la arena de la playa y el paseo solitario
a mí me están esperando. Una gaviota hay
volando...
y yo aquí estoy con mi mar, con su espuma,
con su canto.
Torrevieja
1/04/012
Mª Jesús Ortega
Torres
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