jueves, 20 de noviembre de 2014

PRESENTIMIENTO



PRESENTIMIENTO

Qué pena, qué dolor. Me está doliendo el alma,
¿no será el corazón?
Ayer era una pierna, que en casa me dejó.
No quiero una pastilla cuando siento dolor,
ataca otros sentidos, me altera, ¡la detesto!
y no la quiero… Noooo.

Si tengo  el mar,  lo miro. Comienzo yo a soñar…,
¡y se pierde el dolor…!
Mas hoy me duele el alma. ¿No será el corazón,
que late, sin descanso, sin freno…, con pasión?
El corazón latiendo, llamando está a un amor,
para unir sus latidos, con otro corazón.

Si laten tiernos, juntos…, se ahuyentará el dolor,
el temor, el hastío, y me siento mejor.
La felicidad, que ronda, el destino cambió.
Ya no me duele el alma, tampoco el corazón,
que late junto a otro, al que yo llamo:
AMOR.

 ( Paisaje de amanecer en la "Playa de los Náufragos" (Torrevieja-Alicante)

Torrevieja 11/10/14

Mª Jesús Ortega Torres

viernes, 7 de noviembre de 2014

LIBERTAD




LIBERTAD


(Hojas de ensayo)


         “El arco susurra a la flecha
         antes de lanzarla: Me debes
         tu libertad”
         “La cascada canta: Cuando llego
         a mi libertad, encuentro mi canción”

         RABINDRANATH TAGORE


                   Sí, ésto es la libertad. También lo es, el canto libre de un pájaro…, pero ¿cómo sabemos que ese canto es libre y no condicionado a las necesidades que su instinto requiera? Nuestro instinto y experiencia, al igual que en los animales, nos sugiere que, a veces, estamos más felices con lo que callamos que con lo que decimos, con lo que omitimos y no hacemos, que con lo que realizamos, por lo que no estamos seguros de tener libertad para decirlo todo, hacerlo todo, y ni siquiera pensar todo lo que queramos.
         La libertad, bien entendida, proyectada a no herir sensibilidades y, aunque no deje que digamos, hagamos o pensemos todo lo que se nos ocurra, porque representaría daño para otros y para nosotros mismos, la encontramos en ese forcejeo que precede a la decisión final. Al igual que la felicidad, se encuentra en nuestro pequeño esfuerzo para conseguirla, porque si quieres ser feliz, tienes un sueño, y ese sueño  puede ser el camino que constituye la felicidad.
         De las muchas definiciones de libertad que he encontrado, en los diccionarios y enciclopedias que tengo a mi alrededor, he elegido:
         “Capacidad de actuar por propia decisión, impulso, voluntad”.
         “Facultad natural que tiene  el hombre de obrar de una manera o de otra o no obrar”.
         “Facultad de hacer o decir cuánto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres”.
         En esta última definición, vemos que hay un condicionante, en las dos advertencias: hacer o decir cuánto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.  La libertad, en esta definición, está menoscabada: Hay unas leyes y algunas buenas costumbres, que se deben respetar…, está explícito en la definición, y a veces y para muchas personas, en la libertad es la ética quien manda.
         La moral y las leyes te dan unas normas, pero tu ética es la que va a decidir tu conducta. Tu libertad es entonces tu ética, y decidir en libertad, estará condicionado a tu ética. A la ética de cada cual (Platón) (427-347 a. C.). Saber y decidir, son pensamientos “animados” en Platón por la filosofía de Sócrates (470-399 a. C.).
         La IDEA, es lo que dará identidad y hará que se tenga un orden. Para Platón este orden será el bien. El mal es el desorden.
         Aristóteles (384-322 a.C.) nos habla de la PRAXIS, que “manteniéndonos en el justo medio, permite darle a la vida una forma racional” (se plantea el vínculo entre la teoría y la praxis), y, la POIÉSIS, será “una obra específica y eminentemente humana”, introduce el concepto de poética y “se entiende como MIMESIS, la imitación de la naturaleza, primera actitud del artista”.
         La ética  y estética  nicomaquea de Aristóteles, supera las cuestiones planteadas por Sócrates y Platón.
         “La moral no viene dada por naturaleza: no nacemos unos buenos ni otros nacemos malos, sino que: nos hacemos buenos o nos hacemos malos” (me sugiere el pensamiento de Rousseau [1712-1778] cuando reflexiona: “El hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad le pervierte”).
         Aristóteles dice que “el hombre dispone de resortes naturales potenciales para ser virtuoso y en la sociedad en que convive, lo puede desarrollar o no”.
         También clasificará las virtudes en dos clases, “las ÉTICAS, nacidas del hábito y las DIANOÉTICAS, nacidas de la inteligencia y que se pueden aprender si te las enseñan”.
          En el libro VI de su “Ética a Nicómaco” se desarrolla una virtud: la prudencia (puede ser inhibidora de la libertad, pero te ayuda a discernir mejor).
         Los libros VIII y IX, tratan de la amistad y el amor, y, en el libro X se dice que la felicidad puede estar en el placer: “Todas las funciones del alma, incluso las más altas, pueden estar ligadas al placer”
         Spinoza (1632-1677) tiene en su “Ética demostrada según el orden geométrico”, lo más importante de su producción. Publicada en 1677, después de haber muerto él,  se deduce fácilmente, que el pensamiento había evolucionado. Divide su obra en cinco partes y en la V, desarrolla la manera de alcanzar la libertad: “La potencia de la razón contra los afectos”.
          Sigue a Descartes (1596-1650), y es también determinista  no niega por tanto, la  libertad en el entendimiento, y sí la niega en la sumisión.
“El hombre sabio es más poderoso que el ignorante, porque consigue la libertad del alma, es decir, la felicidad”
“El conocimiento es el camino de la libertad y la felicidad del alma”
“Conocimiento para dirigir y dominar sus deseos, para conseguir: la alegría más perfecta”.
        
         Hay muchos siglos de evolución entre Sócrates, Platón, Aristóteles, Descartes y el último filósofo Spinoza que he mencionado… El pensamiento en el ser humano, tarda en asentarse y dejar huella, porque pensar nos es inherente,  aunque no todos “nos hacemos eco” de nuestros propios aconteceres y de los eventos y problemas de nuestro alrededor. El que ha pensado mejor que nosotros, merece, al menos ser escuchado y después, si es posible, seguido, y, ese pensamiento llevado a la práctica,  nos va a condicionar y preparar para ser libres, felices, honestos…
         No se puede dejar de aludir a los filósofos chinos, cuya tradición se remonta al Neolítico y que se conoce como tal filosofía, practicada, desde el siglo VI a.C.
         El confucionismo buscaba valores, y trataba de potenciarlos y desarrollarlos, y se puede considerar una filosofía pragmática que lleva a un estado de serenidad.
         Lao Tsé, preconizaba la armonía y respeto con el entorno, y así alcanzar una metafórica inmortalidad o “longevidad en plenitud” y, así asentó  las bases del taoísmo.
         El pensamiento del hombre, nace para volar en lo más alto, como un cóndor, y así divisarlo todo…, que nada se escape de su  sagaz mirada, para lograr, con equilibrio, liberar al espíritu, mente y cuerpo de desidias, insidias, y otras clases de sinsabores que le aguardan en cualquier camino o encrucijada , o, incluso, en su propio hogar.
         En el entorno actual, paradójicamente lleno de todo tipo de tecnologías, pero repleto también de carencias que son esenciales, para una estabilidad tanto física como psicológica, está  desprovisto de valores que se han perdido por las circunstancias del “progreso”, que nos ha llevado a una negación  de los factores espirituales, incluso los inherentes, no solo los adquiridos, que han sido reemplazados para y por la competitividad, ambiciones laborales y sociales que llevan a “trepar” a cualquier precio incluso la traición hacia personas, antes queridas y a veces, con mayores conocimientos.
         El estrés cotidiano en las ciudades, producido por muchos condicionantes, no nos deja llegar a lo que sería una paz continuada, y no podemos discernir lo mejor, y, usando nuestra libertad, llegar a una felicidad desprovista de tanta atadura y materialismo. Estamos de acuerdo en que hace falta, de vez en cuando, algo quizás no tan formal, pero no avocar nuestra vida al materialismo y al consumismo, sería  la base de una conducta para progresar como personas.
         Deberíamos contar con  nuevas leyes, que regulen esta epidemia, de ambición desmesurada que hace que unos pocos sean muy ricos y poderosos y la mayoría esté a expensas de la voluntad de unos “amos” cuyas decisiones pueden ser buenas o no serlo… Se está atado, sin libertad y la felicidad, está lejana en la mayoría, y así no se puede convivir con armonía y justicia, pues  los menos favorecidos, presienten que será de por vida.
          Termino con unas sentencias que van a reafirmarnos en lo antes expuesto:

“Raros son esos tiempos felices en los que
se puede pensar lo que se quiere y decir lo
que se piensa”.
           TÁCITO

“La libertad es un bien común y, mientras no
participen todos de ella, no serán libres los
que se crean tales”
  MIGUEL DE UNAMUNO


Bibliografía:
                   “Diccionario de citas” de Juan Señor
                    “Enciclopedia de El País”
                    “Wikipedia” Internet

                           
Alicante 6/11/04
Mª Jesús Ortega Torres