Corazón grande
(Conato de cuento)
Me
despertó un ruidoso trueno, seguido de la voz de Cohen: “Suzanne”. La tormenta
había puesto en marcha mi reproductor de CD, unido a la red.
¡Ah!
-pensé yo-, cuánto me gusta esta voz. Lástima que esté tan lejos y que a pesar
de mis conocimientos de inglés, no “ate” bien todo lo que me dice y solo la
entienda a medias. Me propuse hacer una letra nueva yo a “Suzanne”, algo así como la que le había hecho a “La
Trucha” de Schubert, pero pensándolo mejor le hice una carta a mi novio que iba
de conquistador y me acababa de dejar por otra.
¡Oh
Luís! -comencé mi carta-, cuánto te recuerdo. No podía concebir mis días sin
ti, y ahora ya no estás. En vez de tu voz, pidiéndome, susurrándome…, el té con sabor de naranja matutino, me he
encontrado con la voz de Leonard, una muy buena voz, por cierto, pero no era la
tuya.
¿Quieres
que te traduzca la canción de Suzanne? ¿Te la sabes?, es una canción que cuenta
la admiración por una mujer casada. Es la esposa de un amigo y la ha de ver
desde la distancia. No la puede ver de otro modo, sin serle infiel a su amigo.
En uno de sus versos canta:
“Suzanne
te lleva a su escondite al lado del río”
Marco, te marchaste sin avisar, como quien no debe
nada, ni siquiera un respeto, un afecto, después de todo este último tiempo
juntos.
¿Te ha llevado ella a su escondite…? ¿A qué
río te llevó? ¿A qué mar?
Hasta el último instante, pensé que estábamos
bien. Yo te veía contento. Yo era, sencillamente, feliz.
Tomábamos té con sabor a naranja.
¿Te
da acaso ella té con naranjas de la China, como reza la canción?
Alfonso, si
es así ¡qué original!, pero creo que las naranjas de la China…, son bordes.
Te añoro. Ya ves, este día de tormenta me ha
puesto muy nostálgica, aunque ayer hubo sol y también pensaba en ti. Todavía no
me he hecho a la idea de que pertenezcas
a otra… ¿Por qué me decías que eras mío? ¿Por qué decías que yo era solo tuya?
¿Eran solo palabras o había sentimiento?
La
canción sigue diciendo: “Ahora Suzanne toma tu mano y te lleva hasta el río”
Pero Miguel Ángel, cómo puedes coger la mano de
otra, cómo puedes decirle te quiero, cómo puedes besar sus labios… ¿Cómo, cómo,
cómooooo?
Torrevieja 7/04/2014
Mª Jesús Ortega Torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario