“MAMUTS”
Sabía yo, poco de esta fiera.
¿Fiera, fierecilla o
fieraza?
Un día como tuve una sorpresa, (ALGUIEN DIJO QUE YO ME
PARECÍA A UN MAMUT Y QUE ERA TAN RARA COMO ÉL), me documenté, aunque ya sabía
que, en esos momentos, estaban extinguidos y no hacía poco tiempo que lo habían
hecho.
¡Nooo!
Hacía, según mi
documentación, tres mil ochocientos años y ellos, los “MAMUTS”, se habían
convertido en “recuerdo” para quienes los quisieran evocar porque los restos
encontrados en distintos lugares de nuestro planeta, habían reconstruido no
solo su figura sino que también sus costumbres y, con ellas, la influencia que
tuvieron en su tiempo y ámbitos. Todos podíamos saber bastantes cosas de quién
en su momento, es decir en la llamada “Era del Hielo”, había sido considerado
“el rey de la creación” y, sus dominios extendidos por el orbe, crecían porque
se diseminaban por un gran instinto de conservación, tan grande, y mucho más
grande aún, que sus ocho toneladas o más de peso. Ellos iban buscando pastos y
avanzando.
Recrearlos con la perspectiva de 4,8 millones de años
desde su aparición, me parece una tarea mucho más difícil que preguntarme
muchas cosas y razones por la supervivencia y extinción sobre un animal que
podía alcanzar las 12 toneladas y que pienso que debería dar la impresión de
eternidad por volumen, defensas y, por su paso, en lo esencial, discreto (doce
toneladas de discreción…), y haber sobrevivido sobre la Tierra 4.796.200
millones de años.
Yo, cuando me miro al espejo y tomo en mis manos
alguna fotografía de años atrás, noto unos cambios evidentes, y por lo
habituales en todas las personas, no me suelo asustar demasiado, aunque en esos
cambios físicos, y psíquicos también, que nos depara nuestro gesto y mirada, la
mano del factor tiempo, ha tenido un papel primordial. Aún así, ni en mis
fotografías anteriores, ni ahora de frente, y solo con la mano del “Creador”,
mas sin ningún cirujano amigo, yo sigo siendo la realidad o la ilusión de una
persona, que a la vista de las reconstrucciones físicas de lo que fueron los
mamuts, tan similar a los actuales elefantes, aunque los mamuts son lanudos, mi
realidad considera que, me faltan, lanas, toneladas de carne dura rebozadas en
grasa, cuernos, giba, y, sobre todo, un instinto de supervivencia capaz de
saciar un hambre -que no apetito-, de 160 Kilogramos de alimento al día y una
paciencia en las gestaciones de 22 meses.
En mi cuenta de resta fácil (4.796.200 millones de
años su supervivencia), aunque aún hipotética, por aquello de “somos humanos
y nos equivocamos”, todo lo que nos
enseña la vida animal irracional, lo vemos reflejado en nuestra Especie Humana.
Con los seres irracionales hay devoradores oportunistas y en nuestra vida
racional, ocurre parecido. Los primeros devoran, matando a sus presas para su
alimento y unos a otros se van protegiendo y van desarrollando mecanismos de defensa ante sus predadores. En
los seres humanos reinantes, hay crímenes, con mucha frecuencia, por una mala
respuesta a hechos que se podrían resolver con nuestra MARAVILLOSA PALABRA.
Otras veces, cuando no se mata el cuerpo nos devoran “hasta el aliento” y
aunque dejan nuestro "chasis" impecable y como si no hubiese pasado
nada, tardamos toda una vida en reponernos y seguir confiando en nuestros
congéneres, porque todo nos queda grabado, a veces hasta cristaliza, y se hace
muy difícil olvidar y perdonar.
Los "MAMUTS" fueron los reyes en la TIERRA,
como nosotros ahora lo somos, y pensando en su fuerte naturaleza que les
permitió vivir millones de años, hasta que…
¿Acabó su yantar y se comieron
unos a otros?,
deberíamos
pensar, que, aún siendo tan fuerte el ser humano, y viéndonos, como PERSONAS,
todos nosotros, deberíamos evitar seguir el camino hacia la destrucción, como
lo hicieron ellos, y así poder seguir poblando este hermoso PLANETA TIERRA y
vivir cada uno de nuestros momentos para mejor. Procurándolo día a día, es
posible que lo conseguiríamos.
Fotográfía y datos sobre el MAMUT, tomados de Internet
María Jesús Ortega Torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario