En el cielo un bosque denso,
unas nubes han formado,
y, cómo no, a su lado,
toda una prole animal.
Hay un león..., leoncitos.
Una jirafa se yergue y,
en el cielo, impenitente,
presiento que no están mal.
Entre la fauna y la flora,
yo me quedo con el agua.
Cuando estas nubes se rompan,
ella no nos vendrá mal.
Mientras llega, se pasean
los leones y leoncitos.
A los perros y gatitos
les da la sombra un nogal.
Ahora, entramos en un túnel.
Tengo cemento por techo.
Ay, me gusta más el cielo,
con su luz y su fulgor.
Porque me imagino hazañas,
que, en él, hacen los cachorros,
y, la sombra de los árboles,
en ese bosque…, no es ilusión.
Llegamos a Barcelona,
penando mucho, la noche.
Cansada, solo un poquito…
Mañana descansaré.
BARCELONA 12/12/2012
María Jesús Ortega Torres
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