domingo, 4 de junio de 2023

HOJAS DE ENSAYO - LAS AGUAS. LOS FUEGOS -

 


HOJAS DE ENSAYO

LAS AGUAS

LOS FUEGOS

 

            Aquí, en ALICANTE con nuestro MEDITERRÁNEO y en muchos otros lugares costeros y, también de MESETA, con sus ríos, afluentes, arroyos y, arroyuelos…, llueve, y a veces mucho. Tanto…, que, cuando lo hace, pensamos “si podremos salir de ésa, de esta o de la próxima…”, pues nos cae en un día o dos, también es posible, solo en unas horas, toda el agua que se llevó la atmósfera, evaporada y a la que el “Astro Rey”, transformó, porque nuestro ambiente había subido a 30º o más, y nos la envió devuelta o, con cambio de lugar.

            La atmósfera siente que le sobra y su necesidad de devolverla, la generaliza y, la va derivando al resto de Naturaleza, y, “caiga quien caiga y, donde caiga”.

La Atmósfera es Naturaleza. Todo lo demás también lo es; también lo somos los seres humanos, con una gran suerte de poder emplear nuestro gran poder, si asimilamos nuestras experiencias/conocimientos, y corregimos, para mejorar, lo que no estaba bien del todo y que nos piden, cada año – hablando con su voz de acciones o hechos-, las otras partes de la Naturaleza.

 La revisión y observación de repetitivos desastres, y, que no haya demora en la corrección, para el bien de todos, sería el fruto glorioso de nuestra mente y puesta en marcha de los remedios. Hay un perfecto axioma, que define, en solo cinco palabras, lo que intento decir:

    “Más vale prevenir que curar”

Sabemos que el agua, al caernos desde las nubes, toma su rumbo por donde puede. Camina por inercia, sin decidir. No tiene más opción que abrirse paso y arrasa con desbordamientos en campos sembrados, casas, tiendas e invadiendo súbitamente lo que encuentra, destruye, en un instante, el patrimonio de quienes han luchado a diario para conseguirlo.

Todos los años y, suele ser en primavera y verano, se repite el hecho de los incendios en bosques y valles y ocurre que, su desaparición, calcinados por esos fuegos de turno, va privándonos de unos pulmones necesarios en la naturaleza. Muy necesarios a todos los seres vivos. Pensar que, poco a poco, que, año tras año, nos vamos quedando sin el principal elemento que nos permite seguir vivos, y que ellos, los árboles, están desapareciendo, por errores y mala fe, y , que su continua donación que es como un acto de amor, nos permite tomar el oxígeno que nos ofertan, generosamente, en cada momento del día, al estar calcinados no nos sirven para salvarnos

Cuando en cada estación y cuando tocan los tiempos del agua y los tiempos del fuego, llegan y se repiten los desastres, que siempre, además de las víctimas humanas, se llevan a animales y a cosas que representan nuestro patrimonio o nuestros medios de vida, parece como si el “Guionista”, de la secuencia de agua o fuego del momento, gritase con firmeza:

¡Repita, repita la escena!

            Esta película “natural” -a la fuerza, cada año-, me hace reflexionar y concluir, que si el hombre va contra el hombre, va contra sí mismo y la solución, tanto para lo común de nuestra naturaleza, la naturaleza “per se” y “per nos”-,  que signifique buen estado y digna supervivencia general, en todo lo que, por lo común disfrutamos-, podría estar  en una mejor alternativa al desarrollar el estudio pedagógico y su mejor aplicación, porque  el  sufrir,  cada año, estas desventuras, nos causa una repetida sensación de abandono continuado y total para nuestras, mínimas, necesidades de supervivencia,

            Adiós mes, florido, de mayo. Los frutos, de desastre, por incendio provocado y de desbordamientos por las, sempiternas, crecidas, castigando con dureza  a esos pirómanos y tomando precauciones de limpieza de cauces, todo el año, se podrían evitar.

   PREVENIR PARA NO LAMENTARNOS

Fotografía de la "VEGA BAJA del SEGURA" en este mes de mayo.

- Tomada de INTERNET-

 ALICANTE 31 de MAYO 2023

María Jesús Ortega Torres            

 

 

 

 

 

2 comentarios:

  1. Gracias Francesca por leerme.
    Intento alertar porque repetir cada año la misma historia, perjudicåndonos, parece que quedamos, para nosotros mismos, como "masocas" y para la naturaleza como "sádicos"
    Una pena
    ¿Verdad?

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