ME DESPIDO DE TI, CHOPERA ARCAICA
que con la niebla te fundes con el cielo;
esta tierra te acoge y te alimenta,
esta tierra que es testigo de tu tiempo.
Te digo adiós, ahora --un hasta luego--
si el Hacedor me deja que regrese,
admiraré, otra vez tu porte altivo,
que permite, una tras otra primavera,
que el jilguero, en tu copa, haga su nido.
Bordeas estos campos de La Rioja,
que guardas con aprecio, eres amigo,
y ofreces, generoso, buena sombra
que nos da, al pasear, sutil respiro.
Me voy querido chopo hacia Levante,
no me olvides, que a ti, yo no te olvido.
Mª Jesús Ortega Torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario