Tenemos el honor,tanto quienes visitáis
mis modestos BLOG y portal en FACEBOOK,
como yo misma, de leer hoy, un poema de un gran poeta que el pasado día seis de
ABRIL, levantó SU VUELO y marchó a “MEJOR VIDA”.
El cordobés ANTONIO FIMIA MOYANO, poeta,
escritor, compañero de tertulia literaria, también, BUEN AMIGO, a sus 88 años y
estoy segura, de que contra SU VOLUNTAD,
dejó escapar su ALMA.
Afortunadamente,
nos queda además de SU GRATO RECUERDO, su OBRA LITERARIA, bastante extensa y
notable, dada su SENSIBILIDAD y su MINUCIOSIDAD. Amaba la LITERATURA y nos demostró con ella que sabía
expresar sus sentimientos.
En
este poema:
“AL CAER LA TARDE” vemos un CANTO A LA VIDA y
a su CÓRDOBA querida, que siempre estuvo como su familia y amigos, en SU
CORAZÓN.
Mi
deseo es que siga escuchando nuestras voces, desde su NUEVO ESPACIO y
agradecerle que SU VOZ POÉTICA haya quedado entre nosotros, como una mágnifica
HERENCIA.
ANTONIO DESCANSA EN PAZ
AL
CAER LA TARDE
¡Que
luz tenía la tarde!
que
triste y sola estaba
cuando
aún le daba
sombra al caño el olivo.
El
silencio se paseaba
por
entre los arcos,
aromatizados
por
bellos
pebeteros
que
fueron testigos de
siglos
de culturas nobles
plenas
de amor y
sentida
poesía.
Llegó
el lubrican
apagando
el día, los
naranjos
expandían
su
aroma al cielo.
Mil
rayos de estrellas se
reflejaron
en sus pupilas
de
amorosas miradas,
negras
como la endrina.
La arrebatada pasión
de
su alma entreabrió
sus
sedientos labios
de
amor, de deseo…
Así
aguardaba la llegada de la noche, la doncella de raza judía soñadora y
enamorada, de su amado en el patio de los naranjos de la Mezquita más bella del
mundo.
Af.
2012
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