sábado, 15 de julio de 2017




VIDAS ETERNAS.  Hoy…: MATEO ALEMÁN DE ENERO


“Donde  la fuerza oprime, la ley se quiebra”
       
            MATEO ALEMÁN DE ENERO

           
            Mateo Alemán de Enero nacido en Sevilla en 1547, y que falleció en Ciudad de México en 1614, fue un pensador, y escritor e investigador de la palabra y de nuestra lengua, que con su novela picaresca “Guzmán de Alfarache”, marcó una nueva forma literaria que se convirtió en clara fuente en la que bebieron, no solo sus coetáneos, sino que sirvió para definir y clasificar un estilo y una época con su: “toma de tierra”, ante una realidad, que se ha ido transmitiendo de generación en generación, ya que observamos por la experiencia, que el “ser”, en esencia, no cambia, y sí lo hacen: “tiempos y circunstancias”. Todos nosotros creemos vivir unos hechos que nos son “propios” y pasa que, por nuestra condición humana (¿genética?, ¿de imitación?, ¿evolucionante o involucionante…?), se nos  han transmitido, como “calcados”, a pesar de los siglos transcurridos.
            El carácter misantrópico de Mateo Alemán, queda reflejado en su “Guzmán de Alfarache”, porque imbuido en su pesimismo, ve la continua caída del hombre  que aunque trata de enmendarse no lo consigue. Esa lucha interna por sobrevivir a una adversidad,  no lo ayuda, sino antes al contrario, le va hundiendo hasta lograr destruirle pues adquiriere unas experiencias, que le hacen más sagaz en cuanto a sus propias maldades.
            En nuestro autor, se ve reflejada su propia adversidad. La muerte de su padre no le permite licenciarse, y sus estudios en Humanidades y Medicina, se finalizan de modo forzoso,  ante la precaria economía familiar y sin la titulación pertinente. Durante toda su vida  estuvo endeudado, y obligado, muy a su pesar, visita, como preso, la cárcel en diversas ocasiones. Con el propio horror en su misma piel, sus conocimientos humanísticos y el horror percibido en otros, que tiene que soportar, cuando ejerce de juez visitador, en las minas de mercurio de Almadén, y que deja como testimonio en su “Informe secreto”, denuncia hasta dónde es capaz de llegar una mente humana, que, embrutecida o enferma, abusa de su “poder”, y hace auténticas vilezas sobre personas a quienes cree inferiores: los esclavos y los forzados, que hasta entonces y en aquél tiempo se seguían haciendo.
            Mateo Alemán de Enero, publica su más famosa obra, “GUZMÁN DE ALFARACHE”, en dos volúmenes o partes, siendo la primera parte publicada en el año 1599 en Madrid y la segunda parte en el año 1604 en Lisboa. Él se fija en la puntuación. No la deja en manos del “corrector de la imprenta” o para el gusto del “cajista”, y  además, no solo fonéticamente sigue puntualizando lo que piensa…, lo hace filosóficamente, y lo hace, dando todo el sentido que la fuerza de una palabra puede tener como continente y contenido de una idea, consciente de que, esta, la idea, es el contenido de un sentimiento humano que es el producto o resultado de querer ejercer las mejores, por antonomasia, prerrogativas del “SER”: su LIBERTAD, su DERECHO a la VERDAD, su RESPETO a sí mismo y a los demás por el buen trato como PERSONAS, porque al analizar su obra, se deduce su tendencia moralista.
            Con su “GUZMÁN DE ALFARACHE” y, preludiando a las demás novelas picarescas, marca un estilo literario y convierte en el SIGLO DE ORO, y por primera vez, una novela, la suya, en “best seller”, pues cuando no pudo más por los agravios sufridos de otros escritores que quisieron hacer suya una segunda parte (Juan Bautista del Rosso y Mateo Luxan), y se decide a escribir y publicar la segunda parte. Su novela se tradujo al italiano, alemán, francés, inglés  y al latín, siendo inspiradora para que D, MIGUEL de CERVANTES escribiera su “DON QUIJOTE DE LA MANCHA”.
            Mateo Alemán, dedicó su vida a pensar y con una lógica natural, quiso, en el país que sería el que le acogiera también para su última morada, Ciudad de México, escribir un “Tratado sobre Ortografía” en el que hace hincapié, de la importancia de la puntuación en los textos.
            Con este autor y por su obra “El Guzmán de Alfarache”, conocemos el oportunismo que entre los escritores había, al querer adjudicarse como suyas, las ideas de los otros, que, estando mejor preparados para la escritura y siendo más creativos e inspirados, a veces, tenían que ver, como sus “colegas”, les arrebataban sus ideas que, por cuestiones crematísticas, no habían podido legalizar.
            Esta breve semblanza la debo terminar con otro pensamiento de este autor que, en, y desde su experiencia nos dice:

“Todos vivimos en asechanza los unos de los otros, como el gato para el ratón y la araña para la culebra”


Fuentes en:
                    Sentencias tomadas de los Calendarios: “Mirga” y “Sagrado Corazón”
                    Tesis doctoral de Fidel Sebastián Mediavilla, dirigida por Francisco Rico Manrique sobre:
                                                    “La puntuación en el Siglo de Oro”
                     Programa de Literatura Española (Departamento de Filología Española el  15/09/2000)).
                                                                 
Y
                     Wikipedia

 Imagen gráfica tomada de Internet (Ley de correspondencia).

ALICANTE 14/07/2017
Mª Jesús Ortega Torres





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