sábado, 25 de diciembre de 2021

Un día cualquiera, de un tiempo cuaquiera...

Un día cualquiera, de un tiempo cualquiera...

 

El niño MANUEL salió muy risueño,

marchó del HOGAR, dónde se crió.

                   Un “HOSPICIO” fue, en donde, contento,

toda su niñez, él, allí, vivió.

Solo, ante la vida, divisó los campos.

¡Los atravesó!

Océanos lejanos quería explorar…

Había visto en sueños, los mares, los barcos

y a aquél horizonte, que quería alcanzar.

Escuchó el bramido de olas rompientes;

la espuma tan blanca que ellas movían,

bañaba la orilla, bañaba las rocas.

Mecía los caudales que los ríos traían,

y, así, los abismos de lechos profundos,

 el caudal del río, tallaba sincero,

 como menester.

Los mares, muy grandes.

La tierra, no tanto…

El niño Manuel, que al viajar al mar,

creció en cuerpo y mente,

sintió, al llegar, la misma cadencia,

e igual melodía, que en la lejanía

su pequeño arroyo, volvió a recordar.

 

Su pura armonía hasta hacerse río,

 llegaba hasta el mar.

Nada es diferente.

                  Todo es diferente.

Todo no es igual

Y

             Todo, es, igual…

 

María Jesús Ortega Torres

ALICANTE 20/12/2021

Ilustración tomada de INTERNET

   

 

 

Con mi felicitación para estas fiestas tan entrañables,

      mis Saludos y Cariño sinceros.

                Masús

 

 

 

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