sábado, 16 de octubre de 2010

REFLEXIÓN SOBRE LA LECTURA DE "LA SOLEDAD DE LOS NÚMEROS PRIMOS"





Esta obra, según mi opinión, es un gran estudio psicológico de la influencia de los acontecimientos de nuestra infancia para nuestro desarrollo posterior y también, como de pasada, de como las relaciones padres- hijos, hijos– padres condicionan y motivan o no, nuestra conducta. De cómo nos influye el entorno también se da buena cuenta.

Paolo Giordano, en esta, su “opera prima”, nos narra de modo brillante y detallado la historia de dos jóvenes, su encuentro fortuito, su relación de amistad (¿puede haber entre un adolescente y una adolescente amistad continuada sin amor o sexo…?).

Por sus respectivas circunstancias, son dos personas especiales, que hasta que se encuentran, parecen no tener sitio nada más que en ellos mismos, no son capaces de relacionarse fuera de sí mismos: en el caso de Alicia por sus complejos. En el caso de Mattia por su culpa.

Sus respectivas relaciones con sus familias no son exitosas. No hay escuela de padres; no hay escuela de hijos…, y, cuando el afecto es tan sutil que apenas se percibe…, culpados y culpables se vuelven ególatras y les cuesta, una enormidad, comprometerse con otros afectos.

En este año de 2010, en que Turín es la capital europea de los jóvenes, tanto allí como aquí, como en cualquier parte del mundo, habrán una Alice o un Mattia en potencia, que pagarán las consecuencias de unos hechos que los marcaron en su infancia o adolescencia y que en circunstancias normales no hubieran sido especiales…

En Turín o en Pekín, habrá una adolescente prepotente, como Viola, que hará que otras adolescentes, de débil carácter, sucumban y se vean impotentes ante sus maldades demoníacas.



Hay sufrimiento.

Sufrimiento callado.

Sufrimiento sufrido.

Sufrimiento siempre.

Hay incomprensión. No hay diálogo entre esos padres y esos hijos (al menos, no el suficiente).



¿Hay empatía? No.

¿Hay perdón? No.

¿Hay resignación? No.

Y lo más importante: ¿hay cariño entre esos padres y sus hijos…? ¿y entre esos hijos y esos padres?: Yo no lo creo.

Y así es el mundo: rueda y rueda…, para volver al mismo punto…, y no avanzamos.



La mente brillante de Mattia, no suple sus indecisiones.

El amor que siente Alice por él, tampoco la hace segura, decidida y feliz.

Son dos personas que no pueden avanzar porque su inconsciente les puede.

Todos los personajes me han parecido muy de carne y hueso. Seguro que todos han probado la tarta “Sabauda”, recubierta de “Gianduia” (típico postre piamontés de chocolate con avellanas).



¡¡¡¡ MUCHAS FELICIDADES PARA PAOLO GIORDANO!!!!!

¡¡¡¡¡HA DADO EN EL BLANCO!!!!!





Alicante 24/09/10

Mª Jesús Ortega Torres

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